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Episodio 24. Hablamos sobre el espacio público

Enrique Viale – Foto: Twitter

En este episodio conversamos con Enrique Viale, abogado ambientalista, sobre la problemática de los espacios públicos y verdes en la ciudad, con la noticia sobre la aprobación de la construcción de torres en los terrenos de Costanera Sur y los antecedentes de Costa Salguero, Tiro Federal y otros espacios en conflicto.

Pasó Francisco de Vedia, de Taller Origami para contarnos sobre el emprendimiento de armado y restauración de bicicletas.

Celeste Fierro – Foto: Twitter

Anticipándonos a las elecciones, iniciamos una serie de entrevistas con candidatos de distintos espacios para que nos cuenten sus propuestas sobre ciclismo urbano, movilidad y espacio público. En esta oportunidad lo hizo Celeste Fierro, del Frente de Izquierda.

En su columna sobre Salidas Grupales, Héctor Dellepiane de BeraBikes aportó la lista de cosas indispensables que un grupo tiene que preparar antes de salir a rodar.

En las noticias, la demora en la construcción de ciclovías en Mar del Plata y un casco desarrollado con nuevos materiales para aumentar la protección.

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Temporada 7 | Episodio 41

Entrevistamos a Martín Lemma, integrante de Ciudad Posta, espacio activista autogestionado que busca aportar a las políticas públicas desde la lógica de la sustentabilidad, la inclusión y el género. Tras un repaso sobre el origen de la agrupación y los problemas que buscan visibilizar, la bicicleta, Ecobici y las perspectivas post-pandemia. También hablamos sobre la cuestión de los espacios verdes de la costa del Río de la Plata, el caso Costa Salguero y cómo se tiene que dar el desarrollo de ciudades que permitan el crecimiento de su población, pero atendiendo los problemas de hábitat de las clases media y baja de la ciudad.

Martín Lemma

También conversamos con Candelaria, que forma parte de Argentina Fixed Girls, sobre cómo surgió el grupo y cuales son las dificultades que se encuentran las mujeres cuando circulan en bicicleta. Las reacciones machistas y la violencia vial, cómo se trata puertas adentro del grupo para buscar respuestas de manera colectiva. Las redes de contención y ayuda que fomenta la solidaridad entre las mujeres que usan la bici.

Repasamos la historia de Remigio Saavedra y por qué se conmemora en Argentina el Día del Ciclista. En las noticias, el nombramiento de Marcela Espíndola como flamante Alcaldesa de la Bicicleta de la Ciudad de Buenos Aires. Escuchamos su testimonio sobre esta distinción y los objetivos que se plantea para seguir incentivando el ciclismo urbano en esta ciudad.

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A Buenos Aires le falta verde

Un Atlas publicado por la Fundación Bunge & Born señala que Buenos Aires es una de las ciudades del país con menor cantidad de espacios verdes accesibles para la población. Más del 12% de los porteños debe caminar más de diez minutos hasta llegar a una plaza. Los riesgos ambientales y psicosociales de un diseño urbanístico que privilegia el negocio inmobiliario por sobre la calidad de vida.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires es una de las urbes con menos espacios verdes por habitante del país: el 12,4% de los residentes vive lejos de un parque o de una plaza. El dato se desprende del Atlas que desarrolló la Fundación Bunge y Born con la finalidad de analizar  la disponibilidad de este tipo de lugares para la población en las 155 localidades más grandes de la Argentina.

Los espacios verdes en la ciudad son escasos y están mal distribuidos – Foto: buenosaires.gov.ar

La ausencia de parques y paseos verdes no sólo conlleva consecuencias ecológica sino que también afecta la salud física y mental de los ciudadanos. Según el informe de la Fundación Bunge y Born, es necesario garantizar su presencia y accesibilidad para evitar la degradación ambiental ya que disminuyen riesgos, como por ejemplo la formación de islas de calor, inundaciones y la contaminación del oxígeno.

En el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Fundación detectó un total de casi 15 millones de m² de espacios verdes públicos, entendidos como superficies verdes de libre acceso de más de media hectárea. En relación a otras urbes es muy poco. Por ejemplo, en Nueva York, un análisis reciente encontró 13,6 m² por habitante y cantidades mayores en el resto de las cincuenta ciudades principales de Estados Unidos.

Hay muchas formas de medir los espacios verdes, pero en este caso dicho informe tomó en cuenta la posibilidad de acceder, que tan fácil le resulta a la gente llegar: “Esto reemplazando el método típico histórico que era contar los metros cuadrados de espacios verdes por habitantes. Si simplemente hiciera la división entre los metros cuadrado de espacios verdes y la cantidad habitantes de la ciudad, pareciera que todo el mundo está bien servido, pero no es así. En la actualidad a más de 350.000 porteños les falta un parque o una plaza más cerca de su vivienda”, expresa Antonio Vazquez Brust, quien estuvo al frente de la investigación.

Un 12% de la población vive más lejos que la distancia recomendada a los parques – Foto: Página 12

El Atlas realizado por la Fundación se encargó de catalogar los espacios verdes y geo referenciarlos. Mediante esta metodología se midió la distancia a través de la grilla de calles de la ciudad y cuánto tiempo toma desde cada punto caminar hacia una plaza o un parque: “Así es como encontramos que un 12% de la población vive más lejos que la distancia recomendada a los parques, que es de 10 minutos de caminata. Si se está un poco más lejos del parque, ahí es cuando la gente tiende a no asistir, de cierto modo no acceden al espacio público y gratuito que es el parque como espacio cotidiano”, sostiene Vázquez Brunt.

Además de profundizar las inequidades existentes, esta tendencia presenta serios riesgos para la sostenibilidad urbana y para la salud pública en especial. Numerosas investigaciones señalan una fuerte relación entre espacios verdes urbanos y la salud física y mental. “En un estudio que se hizo en Israel –comenta Antonio Vazquez Brust- se comparó el nivel de acceso y uso de espacios públicos de embarazadas y luego tras el parto midieron el peso de los bebés y el diámetro craneal, y se sugiere que hay un efecto benéfico en la salud de los bebés con el acceso de las madres a espacios verdes. También se lo ha unido a reducción de enfermedades mentales como depresión y reducción en tasas de diabetes”.

El individuo necesita un lugar de esparcimiento al aire libre pero el contacto con la naturaleza se pierde en Buenos Aires a medida del crecimiento de los emprendimientos inmobiliarios: “Las plazas de la ciudad son unos recortes verdes en dónde hay más caminos que otra cosa. Muchos parques y plazas han sido muy afectados; por ejemplo al Parque Chacabuco le pasa la autopista por el medio, cuando se decidió la construcción la decisión fue porque ahí no había que expropiar a nadie, pero en realidad era un parque de todos. Es prestigioso vivir frente a un espacio verde pero la mayoría de estos espacios están rodeados de edificación de hasta 12 pisos de altura y en consecuencia la plaza pierde su función de pulmón verde”, dice Beatriz Arias, arquitecta, planificadora urbana-regional y profesora de Sistemas Urbanos de la carrera de Gestión Ambiental en la Universidad Nacional de Moreno.

Por otro lado, Carolina Somoza, perteneciente a la organización ecológica Somos Ambiente, afirma: “Los beneficios de los espacios verdes públicos van de la mano con el servicio ambiental que brindan los árboles (segundo pulmón verde del mundo después del fitoplancton en los océanos). En Buenos Aires, donde cada vez hay más autos y va haber cada vez más población, son indispensables. Nuestra ciudad tiene niveles altísimos de contaminación sonora y ni siquiera cuenta con todos los instrumentos necesarios para medir de una manera exhaustiva la contaminación del aire”.

La dirigente ambientalista agrega: “El Hospital de Clínicas, frente a la Plaza Houssay, está todo cementado, los árboles alrededor tienen una simulación de pasto, pero en realidad son granitos de cemento. Se viene priorizando las calles y cementos antes que las plazas y parques”.

No contar con espacios verdes de proximidad repercute negativamente en el hábitat y en las cualidades paisajístico-ambientales urbanas, además de atentar contra el uso recreativo de aquellos. Gabriela Campari, licenciada en Planificación y Diseño del paisaje asegura: “Estas consecuencias también pueden darse aun contando con estas áreas si ellas presentan un alto grado de deterioro, dado que su existencia física no garantiza de por sí los beneficios aludidos, sino que además deben reunir determinadas cualidades compositivas en lo material y lo vegetal que hagan posible su uso pleno, evitando así que la falta de mantenimiento genere una idea vinculada a la de espacios vacantes o carentes de función que impacte en su apropiación social”.

La investigadora, autora el ensayo Paisajes sensibles. Subjetividad, salud y patrimonio verde en el espacio intrahospitalario, publicado por Prometeo, dice: “Vale resaltar que las consecuencias desfavorables enunciadas también impactan de manera disímil de acuerdo a la edad, posibilidades de accesibilidad y pertenencia de los habitantes a grupos vulnerables desde el punto de vista económico y social”.

El Plan Urbano Ambiental de la Ciudad plantea la necesidad de asegurar el derecho al uso de los espacios verdes públicos urbanos (parques, plazas y paseos) y propone su incremento, recuperación y mejora a fin de dar lugar a funciones vitales para la sociedad como son, entre otras, el encuentro, el relax, el ocio, el confort y la socialización. Pero lamentablemente, se han perdido muchas oportunidades en las últimas décadas de promocionar la conversión de terrenos disponibles en parques porque se ha priorizado el desarrollo inmobiliario. Es decir: se ha preferido edificar antes que parquizar.

Artículo publicado en Agencia de Noticias Ciencias de la Comunicación UBA